Y al mar lancé
todas las reminiscencias
quedando blanca como el alba,
desapegada,
desestructurada,
despojada de vicios,
en espera a ser llenada
de nuevas y reales vivencias.
Creadora,
creativa del presente,
en esperanza.
En los sorbos del matutino café
desestreso la mirada
respirando la calma de lo Divino.
El silencio escucha y seda la mañana,
los remolinos descansan
y en mi ventana de pronto me veo
bailando con mi palmera.
EliViv
05-11-13
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