Perdida en un sueño de espinas
junto a rosas,
enfrento lo utópico y efímero.
Despierto sin mirada,
ilusiones,
ni calzado.
Desnuda de acción
dejo caer mis rodillas al mar,
me lave,
blanquee
y se beba mis lágrimas.
Ya erguida deposito mis ojos
al techo sin horas.
- Cómo siente un niño? -
No sé,
sólo prosigo regalando mi tiempo.
EliViv
05-11-13
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