Entre plumas complacida de tus besos
sintiendo el toque místico de tus dedos
te entregaba mis sentidos.
Tu respiración me incitaba
con palabras dulces de amante
me elevé en tu esencia de hombre.
Te envolví con mi locura
entre ahogos, jadeos y sollozos.
Gravitó mi cuerpo.
Me nombrabas
sin poder abrir mis ojos
... cuando pude
el cielo me obsequiaba
chispas diminutas de colores.
Gravitaba!
medio cuerpo mío suspendido
con dulzura llamaste a mi conciencia
para de nuevo precipitarme
en lo oscuro del deseo.
Haciéndose infinitos los minutos
descubriendo más secretos
tu fluías y te erguías.
Yo emanaba
el nácar de la plenitud
para atraerte más y más y más…
Para que te fugaras conmigo
al mágico mundo de los sueños
Una y otra vez… y otra vez…
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