No tengo que fingir
son mis ojos los que hablan
en ti, se recuestan en refugio
subterfugio de razones
que esperaron una vida.
Lágrimas rotas que una vez fueron tuyas
hoy las devuelves
y son diamantes de mis mejillas.
No describo el sentimiento
no sé o no puedo.
Hoy hay un renacer
y una nota canta para mí.
Sé que el cielo y la tierra son testigos.
No hay enojo, no hay enfado
sólo una brisa suave que es
mi poesía.
EliViv
04-05-14
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