El país se nos fue de las manos y nos convertimos en borregos buscando medicamentos, alimentos, largas colas. Vemos compatriotas morir por falta de tratamientos y hospitales dignos. Otros morir en manos del hampa, estadísticas que superan a una guerra. Mientras la indiferencia sonríe cómoda, cuando no te toca a ti. No sé cuál será la solución pero definitivamente no es el egoísmo ni la apatía. Todos estamos sobreviviendo sin ninguna garantía por nuestras vidas. Hemos dejado de ser venezolanos para convertirnos en otra raza ya no generosa, consciente, preocupada, valiente y luchadora. Debemos recuperar la dignidad y unirnos en uno solo por el bien común. Hay un dicho que reza "cuando tienes un hijo, tienes todos los hijos del mundo"; abandonamos a nuestros muchachos estudiantes que son juzgados como terroristas por defender a la patria. Estoy llena de vergüenza.
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