Un nieto siempre es una nueva razón para sembrar esperanza. Mi Isis es la segunda gran razón que agranda mi sentimiento, llena mi energía de sano amor y me perpetúa en el tiempo.
Otra mujercita, sembré dos semillas femeninas y he recogido dos hermosas flores. Qué bendición.
Gracias. Gracias. Gracias DIOS.
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