que se han encajado en mis cuatro lados.
Una vez rotos los besos que te
sintieron,
aprieto cada palabra
mientras las guindo en una
pared.
Te siento en el lado
opuesto de la distancia.
He de esculpir tu rostro
en mi pecho
permanente de
mis días,
de mis noches incendiadas de desvelos.
Tardíamente se enciende el brillo de
tus ojos,
mientras de los míos se muere
el enojo de no tenerte.
el enojo de no tenerte.
EliViv
30-01-15
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